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Han transcurrido ya diez años desde la implantación del Plan de Ictus de la Comunidad de Madrid, un plan que comenzó a concienciar al personal sanitario de la necesidad de tratar el Ictus como una emergencia médica, unido al Código Ictus que establece la prioridad y destino de los afectados hasta una Unidad de Ictus desde la primera llamada al 112, esfuerzos que han hecho que los pacientes diagnosticados correctamente puedan beneficiarse de una terapia que podría reducir considerablemente las minusvalías y daños que causa la enfermedad.

Al mismo tiempo cada vez hay más concienciación en los centros de salud y urgencias de hospitales acerca de la necesidad de remisión al paciente a una Unidad de Ictus, ante la mera sospecha de presencia de esta enfermedad.

Desde Ictus Cerebral pensamos que también sería necesaria una campaña de concienciación tendente a no realizar pruebas en departamentos no especializados ya que en muchas ocasiones se confunden síntomas o resultados de pruebas de imagen, como los TAC negativos que no descartan la presencia del ictus en las primeras 24 horas de producción o síntomas menos visibles que son indicativas de focalidad neurológica pero que sólo un neurólogo puede comprobarlas correctamente.

El esfuerzo que se está realizando es muy importante, pero encontramos bastantes casos de falsos negativos que impiden un tratamiento a tiempo y unas secuelas y fallecimientos que podrían evitarse.

Los médicos de atención primaria reciben mucha presión para no derivar a atención especializada debido a la saturación que sufre nuestra sanidad, pero el ictus es una enfermedad grave, muy grave, siendo la primera causa de minusvalías, por lo que conviene equivocarse remitiendo a la unidad de ictus a un paciente sano que descartar sin la precaución oportuna la presencia de un ictus cerebral.

Ante la presencia de un síntoma o una sospecha siempre debe remitirse al paciente a la unidad de ictus, no se puede utilizar al médico de atención primaria como un resorte para la reducción del gasto sanitario, estas presiones siempre van en detrimento del paciente.

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