Un estudio publicado en El Mundo advierte sobre una preocupante tendencia en los casos de ictus, señalando que podrían causar casi 10 millones de muertes al año para el 2050. Según el análisis realizado por la New World Stroke Organization y Lancet Neurology, se espera que los fallecimientos por infartos cerebrales aumenten en un 50% entre 2020 y 2050, con una brecha cada vez mayor entre los países de ingresos bajos y medianos (PIBM) y los países de ingresos altos (PIA).
En 2050, se prevé que el 91% de las muertes por ictus ocurran en los PIBM, en contraste con el 86% en 2020. Además, se estima que los costos relacionados con el tratamiento, la rehabilitación y los costos indirectos del ictus se dupliquen, alcanzando los 2,3 billones de dólares en 2050.
El estudio también resalta que el aumento de casos afecta principalmente a países de ingresos bajos y medios, con un crecimiento más rápido en Asia y África. Se espera una reducción de la tasa de mortalidad entre las personas mayores de 60 años, pero una reducción menor entre los menores de 60 años debido a factores como la diabetes y la obesidad.
Para abordar esta preocupante tendencia, los autores del estudio hacen recomendaciones en áreas como la vigilancia, la prevención y la atención médica. También proponen medidas como impuestos a productos no saludables para financiar programas de prevención y mejorar la atención médica. La concienciación pública y la adopción de estilos de vida más saludables son claves para prevenir el ictus.